martes, junio 07, 2011


De cuando descubrí que el mar no era azul

El mar es azul porque así lo decidió el. A lo largo de los años poetas de todo el mundo se han inspirado en sus majestuosas tonalidades azuladas. Miles de letras describen su hipnótica coloración que ensueña a las aves y es cómplice de los enamorados.


El mar no es azul porque un dios derramó en él su tintero, privando al mundo de otra Biblia, no. El mar es azul porque su esencia refleja el imponente cielo que lo arropa. El es transparente y permite que un ente más grande lo influya de manera positiva y en un proceso de asociación comparta con el su hermoso color azul.


Y es que el mar tiene un alma pura. Si uno se acerca con cuidado ve reflejado en él su propio rostro, porque el mar es como un buen amigo que te escucha y refleja tu ser interior. Ves en sus aguas tus logros y carencias, y si lo revuelcas o maltratas distorsiona tu imagen sacando a la luz el semblante feo de tus acciones.


En su interior el mar es oscuro, no azul. Es que como todo espíritu mundano resguarda aspectos negativos de su personalidad, pero su valor es que el decidió ser azul. Azul es la cara que quiere que veamos, sus problemas y enredos los guarda muy profundos y solo los que deciden verlo lo logran observar, buceando en sus entrañas se descubren sus tenebrosas criaturas interiores. Para todos los demás se muestra azul.


El mar a veces ve afectado su color por la influencia de malas aguas que desembocan en sus costas, pero el remueve desde adentro agua pura y cristalina, con el vaivén de sus olas, y limpia esos colores ocres de sus orillas, descubriendo su hermoso azul a la luz del sol.


Finalmente, el mar es vida! Procrea en su interior muchas especies a las que resguarda como una buena madre a sus hijos y de vez en cuando presta sus aguas para la distracción de otras especies más.


Creo que nosotros deberíamos ser mas como el mar. Como el mar con el cielo: Puros de alma y abiertos de mente para poder dejarnos influenciar por personas de valor, de éxito y que nos ayuden a recorrer los caminos de la vida.

Como el mar azul: mostrando siempre nuestra mejor cara, dando lo mejor de nosotros y entregando nuestro más bello "color" a la humanidad.

Como el mar, un buen amigo: si queremos llamarnos amigos, debemos ser buenos amigos y entregarnos en cuerpo y alma a esos seres a los que amamos. Ser reflejo de sus situaciones de ser necesario para poder entenderlos y serviles de apoyo. Y en tiempos malos mostrarles sus malas caras y hacerles saber que ellos también pueden ser azul.

Como el mar y su interior: no tenemos que llenar el mundo de nuestros problemas y como decide el mar es más sano repartir sonrisas y halagos, de esta forma recibiremos esas mismas acciones de parte de las personas que nos rodean.

Como el mar y las malas influencias: de no poder evitarlas debemos buscar en nuestro interior y sacar a flote lo mejor de nosotros, cambiar inmediatamente de color y volver a ser azul.

Por último, como el mar, creador: debemos crear buenos momentos, excelentes recuerdos con nuestra familia y amigos. Debemos saber crear memoria en nuestros allegados y dejar un legado de amor en el mundo, porque sino nunca seremos mar. Y mucho menos azul.

El mar decidió un día ser azul y así lo logro, decide hoy ser mar y luego visualízate azul y todos lo notaran.

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